La evolución del pensamiento
“…prefiero descender de un simio antes que de un obtuso como usted…” Thomas Huxley deslizó esta mordaz frase contra el Señor Obispo de Oxford, Samuel Wilberforce en 1860.
Darwin fue el responsable de la gran revolución científica, hace mas de 150 años pudo demostrar que la evolución es el proceso propio de la vida y que esta origina un cambio en la misma, es muy claro que estas ideas despertaron aires de horror en la iglesia católica, confrontaban sus dogmas, mancillaban su “fe” que en esa época influía sobre la ciencia.
Thomas Huxley, zoólogo nacido en Inglaterra tuvo un papel muy importante al defender fehacientemente la teoría de Darwin, no por esto se gano el apelativo de “El Bulldog de Darwin”. Tal vez el momento más representativo de esta lucha ciencia-religión se produjo un año después de la publicación de “El origen de las especies”, en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford (institución que rivalizaba con Cambridge, donde Darwin estudió Teología). Aunque oficialmente el objetivo de la reunión no era un debate sobre evolución, sino de la lectura de un artículo sobre la influencias de las ideas de Darwin, todo el mundo sabía que al final se organizaría, por eso al propio Huxley no le hizo mucha gracia asistir, aún más conociendo la excelente retórica por la que era famoso el obispo de Oxford, Samuel Wilberforce.
La reunión generó expectativa, y no era para menos, los asistentes esperaban una discusión abierta y espectacular. Obtuvieron más que eso.
Wilberforce, en un intento de burlarse de Huxley dijo:
– ¿Preferiría entonces el Sr. Huxley descender de un mono por parte de padre o por parte de madre?
Palabras poco acertadas, pero en esas épocas no necesariamente se ganaba un debate por los sólidos argumentos del contrincante, habían golpes bajos -y si que dolían- pero Huxley ya ensayaba su respuesta:
– Antes preferiría ser familia de un simio que de un hombre como usted, que utiliza tan vilmente sus habilidades oratorias para tratar de destruir, mediante una muestra de autoridad, una discusión libre sobre lo que era o no verdad.
Las narraciones hablan de desmayos entre los dogmáticos y aplausos entre los intelectuales, pero algo es muy cierto, la Iglesia perdió la autoridad que tenía desde hacía siglos para meterse en cuestiones meramente científicas, era la primera vez que se planteó una oposición abierta a la autoridad de la Iglesia sobre la cuestión de los orígenes humanos. Todo esto provoco el alzamiento de la razón como la base para entender la naturaleza.
Toda historia feliz, tiene finales felices, los partidarios de Darwin, liderados por brillante Thomas Huxley, emprendieron toda una campaña de divulgación del darwinismo. Lograron que el debate se ampliara, atrajeron a otros pensadores, permanecieron unidos y consiguieron una profunda transformación en el entorno cultural y el pensamiento científico.
Hay cosas que no cambian, ya en tiempos de Darwin sus críticos no comprendían su teoría. Si trasladamos esa ignorancia a nuestros tiempos surgiría la siguiente pregunta:
¿Qué nuevos conceptos que aún no comprendemos -y es seguro que con el tiempo lo haremos- rechazamos sin un mínimo de base científica?
¿Seguimos acaso creando dogmas donde solo hay estrellas y juntando las manos para suplicar a dioses imaginarios?
Anexo 1:
Encontre una recreación sobre el debate.
Anexo 2:
Para los que no la han visto, esta película se llama “La herencia del viento” trata sobre un profesor que es enjuiciado por “religiosos” que no comparten sus ideas científicas. Altamente recomendable. Aquí una de las mejores partes.